La ambición de Pajóm
“Hay tres cosas que nunca están satisfechas: la tumba, la muerte, y la ambición humana” (Proverbios 27: 20, TLA).
¡Qué cantidad de tierra necesita una persona? Esa es la pregunta que responde Leon Tolstoy en su cuento Cuánto tierra necesita un hombre. La trama gira en torno a Pajóm, un granjero que soñaba con ser dueño de una gran cantidad de tierra. Un día Pajóm se enteró de que la tribu de los baskires le podía vender mil trescientos acres de tierra por tan solo mil rubios. Motivado por la bagatela, Pajóm se alisto y salió a ver a los baskires.
Al llegar al lugar se dio cuenta de que la oferta era mejor de lo que pensaba. El jefe de la tribu le dijo que por mil rubios le vendería todo el terreno que Pajóm recorriera durante un día. Solo había una condición: tenía que volver al punto de partida antes del anochecer o perdería el dinero. Pajóm se levantó temprano y salió a recorrer la tierra. Cuidadosamente ida clavando estacas que delimitaban el terreno que llegaría a ser de su propiedad. Cada paso significaba más tierra. Ya era mediodía, lo lógico era que Pajón regresaba al punto de inicio y reclamara la tierra que había caminado. Pero quería más. Así que siguió avanzando para apoderarse de una porción en la que había un hermoso arroyo.
Como ya es aba haciendo mucho calor y se le había acabado el agua, decidió regresar. Pero en el camino dio varias vueltas a fin de conseguir un bosque repleto de árboles, del cual obtendría la madera que necesitaría para construir su nueva casa.
Cuando ya el sol estaba en franca decadencia, Pajóm acelero el paso, soltó sus utensilios y corrió lo más rápido que pudo. Mientras se acercaba a la meta, los aldeanos comenzaron a vitorearlo; por fin sería dueño de una inmensa finca. Sin embargo, cuando llego a donde estaba sentado el jefe, Pajóm cayó muerto. El sirviente cavó una tumba y lo enterró. Tolstoy concluye el relato con estas palabras: “Dos menos de tierra era todo lo que necesitaba”.
¿Cuál es la moraleja de la historia? La ambición humana, el deseo de tener más a cualquier costo, lo único que hace es llevar a la gente a la tumba de Cristo: “Cuídense ustedes de toda avaricia” (Lucas 12:15)
#CuidadoconlaAvaricia
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco
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